En Discarlux llevamos años seleccionando las mejores carnes del país y del extranjero, buscando siempre la excelencia en cada pieza y trabajando con productores que comparten nuestra filosofía: respeto por el producto, por el origen y por quien lo va a disfrutar. Por eso, cuando encontramos algo que realmente marca la diferencia, nos gusta compartirlo. Y estas dos salsas de chimichurri gallegas, elaboradas de forma artesanal por O Remo, son el ejemplo perfecto de ese “toque final” que puede transformar una parrillada en una experiencia completa.
Galicia embotellada…
O Remo es un pequeño bar asador ubicado en Poio, Pontevedra, donde el fuego y el sabor son parte del día a día. Allí, en su cocina, nació hace años una receta casera que comenzó acompañando carnes a la brasa y terminó convirtiéndose en producto embotellado. Hoy se presenta en dos versiones:
Salsa Chimichurri y Salsa Chimichurri Picante, para los que buscan un golpe de intensidad adicional.
Ambas están elaboradas con ingredientes naturales: vino, aceite de oliva y de girasol, vinagre de vino, ajo, especias (pimentón, ají, tomillo, romero, orégano, estragón, perejil…), sal y un equilibrio perfectamente medido entre acidez, dulzor, aroma y textura. La versión picante suma matices más vivos, sin llegar a tapar el sabor de la carne.
Una solución sencilla (y deliciosa) para la barbacoa…
En Discarlux creemos que la excelencia también puede ser práctica. Por eso incorporamos estas salsas a nuestro catálogo: porque son una solución inmediata y sabrosa para acompañar cualquier carne, ya sea en casa, en el restaurante o durante una barbacoa al aire libre.
Van perfectas con chorizos criollos, pollo, conejo, secreto ibérico, costillas… Aportan carácter sin robar protagonismo, y pueden usarse tanto como aderezo final como en los últimos minutos de cocción para realzar el sabor de la brasa.
El acompañamiento que nuestra carne se merece…
En el universo de Discarlux no solo importa la carne, sino también cómo se sirve. Por eso seleccionamos productos como estas salsas: porque respetan el producto principal, lo complementan con inteligencia y están elaboradas con el mismo compromiso con la calidad que nos define. Su formato de 250 ml en botella de cristal, su larga conservación y su versatilidad en cocina las convierten en un recurso imprescindible para los amantes de la carne bien hecha.
No es casualidad que una receta nacida en una pequeña cocina gallega haya llegado hasta nuestras mesas: es el sabor de la tradición, afinado con criterio y listo para acompañar los mejores cortes.
Porque una buena carne merece el mejor final.