El “Wellington” del restaurante Lhardy, con el solomillo de Discarlux…

La noticia nos sobrecogió a todos los que amamos la gastronomía y los locales históricos de nuestra ciudad, el emblemático restaurante Lhardy “echaba el cierre” y se planteaba su futuro. Menos mal que muy pronto se publicaba que el grupo Pescaderías Coruñesas (con otros restaurantes como O’Pazo, El Pescador o Filandón) se hacía cargo de la famosa tienda y restaurante madrileños y los volvía a abrir con aires renovados, mucha ilusión y un “lavado de cara” que ha conseguido ponerlo mucho más en valor…

Algo de historia…

El restaurante Lhardy abrió sus puertas en 1839, cuando Madrid era Corte de la Reina Gobernadora y acabada de estrecharse el abrazo de Vergara, entre Espartero y Maroto. Gran parte de la historia de España se ha tramado entre la elegancia de estas paredes, bajo sus lámparas que evocan la etiqueta y solemnidad del romanticismo, y en torno a sus manteles que continúan subrayando los más delicados refinamientos gastronómicos.

En este ambiente inalterable, con el estímulo de manjares y libaciones, se han decidido derrocamientos de reyes y políticos, repúblicas, introducción de nuevas dinastías, restauraciones, regencias y dictaduras. El tiempo que pasa y vuelve, retorna siempre a los comedores de Lhardy, a la intimidad del salón blanco y a la fantasía oriental, ensueños coloniales del comedor japonés, para seguir tejiendo la historia secreta de España. Sin embargo, sobre todo, pasado y porvenir se funden en la luz indecisa del famoso espejo, donde nuestras imágenes conviven con las sombras de personajes que aquí se reflejaron y volvemos a encontrarnos con tantos amigos de la aristocracia, del arte y de las letras, ya desaparecidos.

En el espejo del Lhardy, como decía Azorín, “nos esfumamos en la eternidad”, entramos y salimos del más allá. A las cotas más altas.

El famoso Solomillo Wellington…

Se trata de un plato de carne que habitualmente se elabora con Solomillo de ternera, vaca o buey, y que se prepara con algunos ingredientes como el Foie, el Bacon o tocino, la Mostaza, y una “duxelle” (un sofrito triturado de champiñones y cebolletas) y que se cocina al horno envuelto en una lámina de hojaldre. Lo más espectacular de este Solomillo es que lo preparan con Solomillo “seleccionando” de Discarlux…

Una elaboración perfecta, un Solomillo Wellington que preparan para dos personas y que llegaba con el punto perfecto de cocinado de la carne, con un interior jugoso…

Otro de las recomendaciones si visitas Lhardy, aparte de probar su cocido, uno de los más famosos de Madrid, es no perderte el postre, el Souflé Lhardy, un plato delicioso que flambean frente al comensal…

Una comida que pudimos disfrutar Carlos Ronda y José Portas (gerentes de Discarlux) Ramoncín (miembro de la Cofradía del Txuletón) el periodista gastronómico y autor de este blog Alberto Granados y Pepiño un amigo gallego de Portas,

Merece sin duda la pena la visita a este emblemático restaurante de Madrid para pedir el famoso Solomillo Wellington (28 Euros por persona) o su Cocido Madrileño (60 Euros por persona)

RESTAURANTE LHARDY

Dirección: Carrera de San Jerónimo, 8

Localidad: Madrid

Teléfono: 915 213 385

WEB RTE. LHARDY

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