Por Alberto Granados…
Cuando un cocinero con oficio y pasión decide apostar por un proyecto personal, el resultado suele ser emocionante. Eso es lo que está sucediendo en Ruge, el restaurante que el chef Rubén Iborra y su mujer Jennifer Ini (CEO del proyecto) han abierto hace apenas unos meses en La Jarosa, un paraje privilegiado de la sierra madrileña, a 18 kilómetros de Navacerrada. Un lugar del que todo el mundo habla y que ya se ha convertido en uno de esos imprescindibles a los que conviene peregrinar si eres amante de la buena carne de Discarlux…
Un local que presume de una estupenda terraza para disfrutar con el buen tiempo y una barra preparada para servirte todo tipo de destilados y cócteles…
La propuesta de Rubén arranca en dos direcciones: por un lado, los arroces levantinos, alicantinos y murcianos, elaborados con rigor y fondo, como el memorable arroz de chuletón con fondo de montaña, setas y ajos tiernos, que demuestra cómo un arroz puede convertirse en plato de culto
y por otro, la parrilla de carnes maduradas que se ha convertido en seña de identidad de la casa. En este terreno, Rubén y Jennifer han querido apostar por lo mejor y han confiado en Discarlux. El comensal lo agradece desde el primer bocado
piezas seleccionadas y maduradas con precisión…
que en Ruge se sirven con un plus de espectáculo, pues llegan a la mesa para que el cliente pueda terminar la carne sobre una placa de sal rosa cristalizada del Himalaya, logrando así un punto de cocción personal y un acabado lleno de carácter.
La carta ofrece un recorrido fascinante por diferentes razas y maduraciones:
Entraña de vaca Frisona, Lomo bajo de vaca Origen con 45 días de maduración, Lomo de vaca Simmental portugués con 140 días de maduración o Cowboy steak de vaca Frisona con 60 días de maduración. Y una joya que pone el broche de oro: el lomo bajo de Kobe maduro A5, una experiencia que difícilmente se olvida.
Pero Ruge no se queda ahí. En la parrilla también se atreven con pescados madurados
y en la carta se asoman notas Nikkei, lo que demuestra la inquietud de un cocinero que no se conforma con repetir fórmulas, sino que busca sorprender y evolucionar. No te vayas sin pedir las croquetas, las tienes de jamón ibérico Joselito y de cecina de wagyu Discarlux y huevo frito…
De postre, tienes varios para elegir: el tiramisú tradicional con cigarrillos de Tolosa, la torrija a la brasa con pan brioche, mantequilla francesa y helado de avellanas. Nosotros nos apuntamos a la tarta de queso casera con chocolate blanco, jengibre cristalizado y crema balsámica Omakase
Todo ello en un entorno difícil de igualar: el paisaje de La Jarosa, rodeado de agua y pinares, que convierte la experiencia en un viaje sensorial donde el territorio y el producto van de la mano. Ruge es, sin duda, otro imprescindible de la sierra madrileña. Un lugar donde la carne de Discarlux «ruge» con fuerza y donde cada visita se convierte en un festín para los sentidos. Otro imprescindible de la Sierra Madrileña
RESTAURANTE RUGE (Carretera de la Jarosa, Guadarrama, Madrid. Teléfono: 689.415.622)
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